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Instituto de Diversidad y Ecología Animal (IDEA CONICET UNC)

Ciencia infraganti: breve guía para conocer por qué se hace ciencia y su importancia para el desarrollo y bienestar de la sociedad


¿Cuán fundamental es el rol que juega la ciencia en nuestras vidas? ¿Cuánto más importante podría serlo si quienes la producimos fuéramos tenidos en cuenta? Esta es una lista prioritariamente animal y cordobesa, incompleta pero panorámica, que intenta sacar a la luz esos delgados hilos invisibles hechos de ciencia y tecnología que nos atraviesan y nos contienen en nuestra cotidianidad ¿Podríamos pensar en reclamar un tejido aún más abrigado y acogedor?

Si bien nuestra sociedad considera importante el desarrollo científico y tecnológico, probablemente la gran mayoría de las personas desconozca cuáles son los beneficios concretos que este sector del Estado nos brinda. Y menos aún, el largo y no menos complejo proceso para que esos beneficios se vean plasmados en nuestra vida cotidiana. Tal vez ello se deba al histórico desfasaje entre quienes producimos conocimientos científicos y el resto de la población. Parte de esa responsabilidad es de la comunidad científica, ya que los investigadores solemos dedicar poco tiempo a realizar tareas de comunicación o extensión. Por otra parte, los organismos del Estado y del sector privado en muchos casos no se toman el tiempo ni la dedicación necesarias para explicar cómo se llegó a obtener determinados logros o beneficios para el bienestar común que surgieron a partir de la ciencia. A pesar de ello, el avance de la ciencia y la tecnología a nivel global ha sido tan acelerado en las últimas décadas que los ciudadanos podemos dar cuenta del resultado del trabajo de los investigadores en muy poco tiempo. Para comprender mejor todo esto, les compartimos una guía condensada sobre los principales aportes de la ciencia y la tecnología hacia la sociedad, con énfasis en el trabajo de los investigadores que nuclea nuestro Instituto. Claros ejemplos de cómo, cuando los resultados de las investigaciones son llevados a cabo por parte de las autoridades competentes y con criterios claros, se logran traducir en políticas públicas que benefician al conjunto de la sociedad.

Lucha contra las enfermedades

El desarrollo de una vacuna contra el Covid-19 en menos de un año es un ejemplo concreto y palpable que sorprende a propios y extraños, dado que el desarrollo de una vacuna como las que actualmente se están aplicando a la población mundial solía llevar décadas. Otro aporte importante de la ciencia en ese sentido fue determinar el origen del virus que provocó la pandemia. Hoy se sabe con bastante certeza que el Covid-19 provino de animales silvestres, como el pangolín, previamente contagiados por murciélagos. Esta situación está estrechamente ligada al consumo de vida silvestre en Asia, una problemática ambiental con consecuencias impredecibles y que debe ser abordada de manera urgente. De hecho, el tráfico de fauna silvestre junto con la pérdida de hábitat han provocado la extinción de muchas especies animales y reducido dramáticamente las poblaciones de otras. Este fenómeno, denominado “defaunación”, puede provocar un sinnúmero de consecuencias negativas en cascada para los seres humanos, entre las que se destaca el surgimiento de nuevas enfermedades.

Uso sustentable de los recursos naturales

Las ciencias en general, y aquellas que se enfocan en el estudio de la ecología de las especies en particular, brindan otro beneficio particular a la humanidad al momento de establecer herramientas para el uso y/o consumo de la vida silvestre de valor comercial. Al evaluar el tamaño, características demográficas y dinámicas de las poblaciones, es posible estimar cuántos y qué tipo de individuos de una especie se pueden cosechar sin poner en riesgo de extinción a las especies de interés. Un caso emblemático es el de la merluza (Merluccius hubbsi) en el mar Argentino. Esta especie, de la que se extraen cientos de miles de toneladas anuales por año (lo que produce ingresos millonarios al mercado económico), fue llevada al borde de la extinción en la década de los 90’. Ello generó una crisis social que afectó a cientos de miles de personas cuya economía dependía directa o indirectamente de este recurso natural. Esto sucedió porque las autoridades del momento no siguieron las recomendaciones de los investigadores, que habían determinado cuántos individuos, de qué tamaños y en qué época del año se podían pescar sin afectar a la renovación poblacional de la especie.

Por su parte, uno de los grupos de investigación de mayor trayectoria de nuestro Instituto, el IDEA, ha estudiado durante décadas a las especies de ñandúes de Argentina (Rhea americana y Rhea pennata), y establecido las condiciones en que éstas especies pueden ser criadas y aprovechadas (carne, cuero, plumas, entre otros), con el fin de favorecer las economías regionales. Estos son solo dos de muchos ejemplos en los que se puede apreciar el rol crucial que juegan los investigadores en relación al desarrollo de herramientas y estrategias para el uso sustentable de los recursos naturales.

 

Conservación de la biodiversidad

Uno de los temas de mayor interés social en Córdoba, en particular durante los últimos años, en el que investigadores del IDEA así como de otros Institutos de CONICET y la UNC aportaron valiosa información y experiencia, fue la elaboración de la Ley de Ordenamiento Territorial de Bosques Nativos. Investigaciones previas habían demostrado que nuestra Provincia sufrió, entre fines del siglo XX y principios del XXI, una de las mayores pérdidas de superficie de bosques nativos del mundo debido principalmente al avance de la frontera agropecuaria. Esto provocó no sólo la desaparición local de cientos de especies de nuestra flora y fauna, sino fundamentalmente la de servicios ecosistémicos esenciales para el desarrollo de nuestra sociedad: la regulación hídrica y climática, y el ciclo y flujo de los nutrientes, entre otros. Esta situación crítica movilizó a la sociedad cordobesa a exigir una Ley acorde a los presupuestos mínimos de la Ley Nacional. Si bien la norma no satisfizo del todo a los sectores ambientalistas, gracias a la información brindada por los investigadores (en particular, aspectos tales como el establecimiento de zonas donde se encontraban especies vulnerables, endémicas o en riesgo de extinción), permitió avanzar en la determinación de los sitios de mayor valor de conservación, sobre los que se está actualmente trabajando con énfasis para su protección.

En tal sentido, otro aporte crucial que han realizado en los últimos años distintos grupos de trabajo del IDEA, es determinar el impacto del cambio de uso de suelo (la deforestación, por ejemplo) sobre la biodiversidad, tanto de la región Chaqueña como del mundo entero. También han contribuido enormemente las re-categorizaciones sobre el estado de conservación de los distintos grupos animales tanto a nivel nacional como provincial, del cual participaron activamente investigadores, becarios y técnicos del IDEA. Casos emblemáticos de especies que han visto reducidas de forma dramática sus poblaciones por causa de los cambios de uso del suelo o cambio climático global y hoy se encuentran en peligro crítico de extinción, son las especies endémicas de anfibios de pampa de Achala.

Creación de áreas protegidas

Otro ejemplo muy significativo de los aportes de la ciencia a la sociedad es la creación y gestión de áreas protegidas. Concretamente, en Córdoba, recientemente se ha creado el Parque Nacional Traslasierra y se encuentra en proceso de creación el futuro Parque Nacional Mar Chiquita. El beneficio de estos nuevos Parque Nacionales redundará no solo en la protección efectiva de la biodiversidad que allí se alberga, sino también en una mejor calidad de vida para las poblaciones humanas circundantes, quienes se verán beneficiadas económicamente por las inversiones, mejoras en infraestructura y en el sector turístico que éstas áreas protegidas generan. En el proceso de creación de estos Parques tuvieron (y tienen aún) un papel central muchos miembros del IDEA. En tal sentido, las investigaciones aportaron información vital para establecer las áreas donde se deberían crear los nuevos Parques, en función de las especies de animales allí registradas. Ejemplo de ello son los estudios que determinaron, previo a la creación del flamante Parque Nacional Traslasierra, la presencia de especies que se creían extintas en la región, como el Pecarí Chaqueño (Catagonus wagneri) y el Guanaco Chaqueño (Lama guanicoe). Y también especies vulnerables a la extinción como el Águila Coronada (Buteogallus coronatus) y el Cabasú chaqueño (Cabassous chacoensis).

Para el caso del particular del gran humedal que representa la Laguna de Mar Chiquita, investigadores del IDEA acumularon durante décadas (porque hay que decirlo, a veces un resultado simple puede demandar muchos años de trabajo) información de diversa índole sobre su gran riqueza natural y los principales factores de los que depende la compleja y frágil dinámica de su ecosistema. La histórica y profunda interacción de varios de nuestros investigadores con el lugar ha permitido, entre muchas otras cosas, establecer una estación biológica para favorecer las investigaciones que allí se realicen, mantener un censo anual de las tres especies de flamencos que la habitan y elaborar guías y recomendaciones para el manejo de las prácticas humanas tanto en la Laguna como en los bañados del Río Dulce.

Control de especies exóticas invasoras

Los investigadores también trabajan intensamente en una de las problemáticas más acuciantes de los últimos años: la introducción de especies no nativas invasoras. Lo que se busca es determinar el riesgo que implica la invasión de especies exóticas para la biodiversidad local y las economías regionales. Algunos ejemplos de las especies no nativas que estudian algunos investigadores del IDEA en nuestra provincia son las truchas (Salvelinus fontinalis y Oncorhynchus mykiss), la rana toro (Lithobates catesbeianus), el jabalí (Sus scrofa) y la almeja (Corbicula largillierti). Nuestro Instituto también cuenta con un grupo de trabajo vinculado al mar que estudia las problemáticas asociadas a la introducción de ciertas especies de invertebrados marinos conocidos como ascidias.

Acciones concretas del IDEA para responder a demandas de la sociedad

Dada su capacidad para responder a la demanda de información con fines de manejo y resolución de conflictos con la fauna silvestre, nuestro Instituto ha sido beneficiario de importantes subsidios internacionales que han permitido, entre otras cosas: caracterizar la distribución de especies de interés local, fomentar el ecoturismo, y desarrollar estrategias para reducir el daño que pueden producir algunas especies depredadoras como el Puma (Puma concolor) y el Jaguar (Panthera onca) sobre la cría de ganado. Para ello se ha trabajado y se continúa trabajando con productores, campesinos, establecimientos educativos y autoridades locales a los fines de asesorarlos en las mejores prácticas para el desarrollo sustentable de las áreas naturales del país. También se está trabajando en proyectos de restauración ecológica, que permitan la recuperación de especies localmente extintas. Desde el IDEA se brindan además numerosos servicios técnicos, aplicados tanto en el ámbito de la salud (como por ejemplo la capacitación y manejo de especies venenosas) como de la producción (control de organismos plaga), y una permanente formación de recursos humanos de alta calidad académica.

El retorno a la sociedad: el conocimiento científico al servicio de la toma de decisiones

En el IDEA se investigan temas de una variedad y complejidad fascinantes que hacen a todos los aspectos de la ecología y diversidad animal con múltiples aplicaciones prácticas y un acúmulo de conocimiento útil para entender y saber relacionarnos de la mejor manera posible con el mundo que nos rodea. Solo es preciso que los actores interesados se acerquen a conocer nuestros trabajos, así como que nosotros aprendamos e incrementemos los esfuerzos para poder transmitir al conjunto de la sociedad los aportes que les podemos brindar. Una forma indirecta de devolver el apoyo que ésta nos da a los investigadores del Estado. También es fundamental que las autoridades gubernamentales y los tomadores de decisiones tengan en cuenta más seguido la información producida por nuestro y otros institutos científicos al momento de elaborar políticas públicas en materia ambiental, sanitarias, productivas y de uso sustentable de los recursos naturales. Sin embargo, los casos aquí mencionados son solo una muestra de todo el potencial que tiene el trabajo que realizamos en el IDEA. Por eso, los invitamos a seguir leyéndonos, ya que tanto éstos como muchos casos más de interés general irán siendo desarrollados con mayor profundidad en futuros números de la revista. ¿Te los vas a perder?

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Fernando Barri es Dr. en Ciencias Biológicas y MSc. en Manejo de Vida Silvestre. Dirige el grupo de Conservación y Manejo de Vida Silvestre del IDEA (CONICET – UNC) y dicta clases en la Cátedra de Problemática Ambiental de la FCEFyN. Le gusta disfrutar la vida en la naturaleza junto a su familia y amigos, e involucrarse activamente en el cuidado del ambiente.