Cuando pensamos en el lugar de trabajo de un biólogo probablemente la primera imagen que nos venga a la cabeza sea un laboratorio con mesadas, tubos de ensayo y equipos complejos. O quizás pensemos en un monte o en un río donde el biólogo de campo recolecta muestras que luego llevará al laboratorio a cientos de kilómetros de allí. Pero hay un punto intermedio que es menos conocido: el trabajo en las estaciones biológicas. Se trata de espacios de investigación que se encuentran en áreas importantes para la conservación, como parques nacionales o reservas. Allí es posible combinar el trabajo en laboratorio con el de campo con mayor agilidad, dando lugar a un ida y vuelta que enriquece las investigaciones. En este artículo vamos a conocer la historia de la Estación Biológica Mar Chiquita, un espacio de la UNC y el CONICET, que busca generar conocimiento sobre la laguna Mar Chiquita.
Los comienzos de la Estación Biológica Mar Chiquita
La Laguna Mar Chiquita es un lugar de interés para la investigación científica desde fines del siglo XIX, debido a sus características únicas. Estos estudios se incrementaron marcadamente en la segunda mitad del siglo XX y, particularmente, con la creación del Centro de Zoología Aplicada (CZA) en 1973. El centro fue dirigido por Enrique Bucher entre 1980 y 2005, quien junto a otros investigadores creó en 2002 un programa de investigación, educación y extensión centrado en Mar Chiquita. El programa recibió el nombre de PROMAR y se propuso varios objetivos a mediano y largo plazo: la puesta en marcha de una Estación Biológica en la localidad de Miramar, la creación de una maestría internacional en manejo de vida silvestre, la publicación de un libro de texto sobre la ecología, manejo e historia natural de Mar Chiquita y diversos proyectos de investigación científica y de extensión a la comunidad. Estas actividades contaron con financiación nacional e internacional.
La Estación Biológica surge con la finalidad de servir de base para la implementación del PROMAR. Así es como en 2005, mediante un acuerdo entre el CZA y la Municipalidad de Miramar, se cedió el uso del inmueble ubicado en la esquina de Belgrano y Almirante Brown. La casa había sufrido las consecuencias de la gran inundación ocurrida durante la crecida excepcional de la Laguna, en 1977. Fue expropiada y se proveyó de una nueva vivienda a sus propietarios originales. Una vez que el PROMAR tomó posesión de la casa se nombró como encargado al magister Erio Curto, quien permaneció allí hasta 2015.
Ciencia en la Estación
Las instalaciones de la Estación facilitaron un gran avance en la investigación científica en Mar Chiquita, ya que se comenzaron a tomar datos en forma regular. Se inició así un monitoreo permanente de parámetros básicos de la laguna, incluyendo nivel del agua, salinidad y área ocupada por el espejo de agua, como así también sobre la presencia de algunos contaminantes. Esta información es importante, además, como apoyo técnico y de extensión informativa hacia la comunidad local.
Entre las temáticas regionales abordadas se destacan la ecología de la laguna, el estudio de aves emblemáticas de la zona (flamencos y chorlos migratorios), las migraciones de patos, los cambios históricos en el bosque nativo de la región y prioridades para su conservación y el seguimiento de poblaciones de pejerrey y del camarón de la sal (Artemia franciscana) en la laguna. Se realizaron también estudios sobre la relación entre la demanda turística y la oferta de biodiversidad nativa en el área.
La posibilidad de que los investigadores pudieran permanecer alojados en el local facilitó la visita de científicos de distintos lugares del país y del exterior, con quienes se desarrollaron estudios conjuntos y se dictaron cursos sobre las especialidades de esos profesionales.
Un evento de gran significación internacional entre los estudiosos de los lagos salados del mundo fue la “11th International Conference on Salt Lakes Research”, que se llevó a cabo en Miramar en mayo de 2011, organizado por PROMAR. Esta Conferencia fue de gran importancia en términos del reconocimiento de Mar Chiquita como humedal salino de valor internacional. Además, permitió vincular a especialistas de lagos salados de todo el mundo con investigadores locales, abriendo numerosas oportunidades de interacción y colaboración.
Docencia en la Estación
La disponibilidad de la Estación Biológica fue clave para la organización periódica de seminarios y cursos de posgrado de la Maestría en Manejo de Vida Silvestre (FCEFyN, UNC), creada y puesta en marcha por el CZA. Las instalaciones de la Estación contribuyeron para que los estudiantes pudieran llevar a cabo sus Tesis en Mar Chiquita; parte de ese material se concretó, además, en publicaciones científicas.
La Estación Biológica facilitó también tareas de contacto y extensión educativa con la comunidad local, incluyendo cursos de grado para docentes de escuelas primarias y secundarias, así como para funcionarios municipales del área de influencia de la reserva. Se organizaron conferencias, festivales y visitas de científicos de diversas instituciones, entre otras actividades. Asimismo, se prepararon y distribuyeron kits educativos para escuelas de la zona, vinculados a Mar Chiquita.
Entre los logros del PROMAR merece destacarse la publicación, en 2006, del libro “Bañados del Rio Dulce y Laguna Mar Chiquita”, del cual fue editor Enrique Bucher. La obra fue publicada por la Academia Nacional de Ciencias de Córdoba; cuenta con 342 páginas y 21 capítulos, desarrollados por 37 especialistas en diversas disciplinas que cubren aspectos fundamentales de la geografía, historia, geología, biología y ecología de la región de Ansenuza. Este manual constituye una obra de referencia y consulta, que fue distribuida gratuitamente en todas las escuelas de la zona. En 2019 se publicó una versión actualizada en inglés.
La etapa reciente
En una zona donde el clima es muy riguroso, con niveles elevadísimos de humedad durante prácticamente todo el año, con vientos que depositan sales y napas que suben hasta niveles que sobrepasan el piso de muchas viviendas, el adecuado mantenimiento de las construcciones es crucial para su adecuada preservación. A pesar de las gestiones realizadas antes diversos organismos públicos para obtener fondos necesarios para reparaciones en la casa destinada a la Estación Biológica, no se contó con el financiamiento suficiente. Como era esperable, la vivienda se fue deteriorando hasta tornarse inhabitable, principalmente por las filtraciones del agua en los techos y en algunas paredes, que llegaron a ocasionar desprendimientos de parte del cielorraso, entre las consecuencias de mayor riesgo para las personas que se encontraran en el lugar.
En 2012, el CONICET, en asociación con la UNC, crean el Instituto de Diversidad y Ecología Animal (IDEA). El Consejo Directivo del instituto consideró prioritario trabajar para recuperar la Estación Biológica. Es así que en 2014 se firmó un nuevo convenio entre el CONICET y la intendencia de Miramar para la cesión en comodato del inmueble con el objeto de que sirva para el desarrollo de tareas de investigación y extensión del IDEA. En 2015 el CONICET otorgó los fondos que permitieron la recuperación de las instalaciones y posibilitaron que el edificio volviera a estar operativo. Se confeccionó también el plano de relevamiento de la vivienda, con el que no se contaba hasta entonces.
La Estación Biológica Mar Chiquita fue reinaugurada el 15 de septiembre de 2017 y, a partir de 2018, se incorporó como técnico responsable de la Estación al Ing. Agr. Agustín Bresso. Bresso tiene como funciones principales el cuidado y mantenimiento de las instalaciones de la Estación y la colaboración con todas las tareas de investigación, educación y extensión que se realizan en la laguna y sus alrededores.
Se reiniciaron así las actividades de apoyo a la investigación, educación y extensión que se habían desarrollado bajo el PROMAR y se continuaron las tareas de monitoreo de variables climáticas de la región y las físicoquímicas del agua de la laguna.
Fue posible también brindar alojamiento a investigadores que desarrollan proyectos en temas de diferentes especialidades que requieren de observación directa, toma de muestras y/o mediciones en la zona. En este sentido, se destacan proyectos sobre contaminación de la laguna y de algunos cursos de agua que la alimentan, la dinámica del carbono, los efectos de los cambios en el uso del suelo, las comunidades de mosquitos y fauna asociada, los virus transmitidos por arácnidos e insectos y el estudio de dos especies de mamíferos que solo se encuentran en la provincia de Córdoba, entre otros.
Además, se alojan periódicamente en la Estación personal de ONG interesadas en problemáticas relacionadas con la laguna. Este servicio, que es gratuito para investigadores del IDEA, tiene un costo mínimo para integrantes de otras instituciones, a fin de contribuir al autofinanciamiento de la Estación Biológica.
La presencia de la Estación también ha tenido un impacto en las políticas públicas de la zona como demuestra la audiencia pública realizada en 2018 con motivo del Estudio de Impacto Ambiental de las obras de mejora del sistema de saneamiento de la ciudad de Miramar. En esa oportunidad el IDEA participó presentando un informe donde se brindó asesoramiento sobre el riesgo ambiental de dicha obra para el ecosistema de Mar Chiquita y la localidad de Miramar.
Como parte de las actividades en el ámbito educativo, se colaboró con el dictado de un curso auspiciado por el Ministerio de Educación de Córdoba. Además, se recibieron alumnos de escuelas primarias, quienes realizaron actividades experimentales sencillas en el laboratorio de la Estación.
Recientemente, la Estación Biológica se utilizó como base operativa y alojamiento para las observaciones in situ de problemáticas de la zona y el dictado de talleres participativos en las localidades de Miramar, Morteros, La Puerta, La Salada y La Rinconada, como parte de la elaboración del Plan de Manejo de la Reserva de Uso Múltiple Bañados del Río Dulce y Laguna Mar Chiquita. La propuesta de manejo se concretó con la participación de los autores de esta nota a los que se sumaron las Dras. Luciana Torre y María Laura Ballesteros y el técnico Agustín Bresso.
Mirando al futuro
En sus casi dos décadas de actividad, la Estación Biológica ha desempeñado una labor muy productiva, proveyendo apoyo técnico y científico para la conservación y manejo sustentable del gran humedal de Mar Chiquita. Esto demuestra la importancia de la presencia de instituciones como la UNC y el CONICET en este sitio de tanto valor natural y constituye un ejemplo exitoso que podría replicarse en otras áreas protegidas del país.
La reciente creación del Parque Nacional Ansenuza y su interacción con la Reserva de Uso Múltiple Bañados del Río Dulce y Laguna Mar Chiquita, de jurisdicción provincial, demandará seguramente la intervención creciente de los especialistas y técnicos con experiencia en temáticas vinculadas no solo con la laguna, sino también con las cuencas de sus ríos tributarios y con la problemática generada por el cambio climático, cuyos efectos ya se hacen notar en la región.
Por ello, sería muy recomendable que las autoridades locales de las áreas protegidas se interioricen del importante apoyo que desde la Estación Biológica puede prestarse en temas específicos, como los resaltados en el plan de manejo recientemente elevado a la Secretaría de Ambiente de la Provincia de Córdoba.
Bibliografía
- Bucher, E.H. (Ed.) (2006). Bañados del río Dulce y Laguna Mar Chiquita (Córdoba, Argentina). Academia Nacional de Ciencias (Córdoba, Argentina).
- Bucher, E.H. (2019). The Mar Chiquita Lake (Córdoba, Argentina). Ecology and conservation of the largest salt lake in South America. Springer
Enrique H. Bucher es Biólogo, Doctor en Ciencias Biológicas y Profesor Emérito de la Universidad Nacional de Córdoba. Especialista en ecología, manejo y conservación de la biodiversidad, especialmente en el Chaco Sudamericano.
Erio Curto es Biólogo y Magíster en Manejo de Vida Silvestre de la Universidad Nacional de Córdoba. Consultor ambiental independiente.
Noemí Gardenal es Bióloga, Doctora en Ciencias Biológicas y Profesora Emérita de la Universidad Nacional de Córdoba.